Por qué "la IA como colega" es más que una metáfora pegadiza
La IA generativa ya no se limita a los equipos tecnológicos: el 78% de las organizaciones mundiales utilizan ahora la IA en al menos una función empresarial, y el 71% confía específicamente en la IA generativa (Mckinsey). Sin embargo, la mayoría de los empleados siguen interactuando con la IA de forma transaccional ("Escríbeme un post"). Mark van Horik sostiene que la verdadera magia aparece cuando se trata a la IA como a un compañero de trabajo: compartiendo el contexto, debatiendo ideas y perfeccionando los resultados juntos. Ese cambio convierte las ganancias de eficiencia en ganancias de eficacia: mejores ideas, textos más nítidos, perspectivas más ricas.
La IA es la parte extra de mi cerebro creativo".
Mark Van Horik
Consultor de Marketing estratégico, Marketing Guys.
Mark no sólo utiliza la IA, sino que colabora con it. En lugar de utilizar un chatbot polivalente, Mark creó un escuadrón de nueve IA que consta de nueve IA especializadas con nombres, responsabilidades e incluso personalidades únicas. Desde Ava (especialista en contenidos B2B) hasta Luna (diseñadora visual), cada IA tiene una función definida. Cada uno de ellos es un asistente de Claude AI basado en proyectos y entrenado a la perfección con instrucciones específicas para cada función, ejemplos de trabajos anteriores, directrices sobre el tono de voz e instrucciones éticas claras que generan resultados de alta calidad. Se les trata como verdaderos compañeros de equipo, se les integra en los flujos de trabajo y se les presenta a los clientes.
La IA es ahora un colega. Hay que aprender a colaborar con it, no a it".
Mark Van Horik
Consultor de Marketing estratégico, Marketing Guys
El concepto refleja una tendencia emergente denominada IA agéntica: compañeros de equipo digitales autónomos que orquestan flujos de trabajo y toman decisiones de forma independiente. Muchos predicen que estos agentes pronto se encargarán de todo, desde la personalización marketing hasta el análisis financiero virtual, reestructurando los organigramas por el camino.
Cómo crear su propio "equipo" de IA
La mayoría de la gente trata la inteligencia artificial como una máquina expendedora. Pero el método de Mark van Horik invierte ese modelo. He aquí cómo hacer lo mismo:
- Defina funciones específicas: Identifique las áreas de sus operaciones en las que la IA puede añadir valor, como la creación de contenidos, el análisis de datos o la captación de clientes. A continuación, asigne a cada asistente un ámbito de responsabilidad claro, igual que haría con un compañero de equipo humano.
- Elige la plataforma adecuada: Mark creó su equipo de IA con Claude Projects, pero también puedes utilizar la API de asistentes de OpenAI, Google Gemini Gems o cualquier otra plataforma que te permita definir asistentes persistentes. Elige una que se adapte a tu pila tecnológica y ofrezca un control granular.
- Proporcione un contexto completo: Las preguntas genéricas conducen a resultados genéricos. Proporcione a cada asistente información detallada: tono de voz, descripción del trabajo, público objetivo, marcos preferidos, directrices de la empresa y fuentes de datos fiables. Ava, la asistente de redacción publicitaria de Mark, se formó como redactora bilingüe B2B SaaS que domina la estrategia CTA y las tácticas de persuasión; no es simplemente "una IA que escribe blogs".
- Establezca límites de confianza: Diga a sus ayudantes cuándo no deben responder. Pon límites a la incertidumbre. Por ejemplo, si Ava no está segura, debe pedir aclaraciones o señalar la task; nunca alucinar. Este tipo de límites crea confianza y genera fiabilidad con el tiempo.
- Aplicar mecanismos de retroalimentación y supervisar los resultados: Revise los resultados con regularidad y realice ajustes en función de ellos. Como cualquier buen compañero de equipo, sus asistentes de IA deben mejorar con la retroalimentación. Almacena ejemplos de éxito, repite lo que no funciona y eleva gradualmente el nivel de rendimiento.
- Sea coherente: Quédese con los mismos asistentes para los trabajos recurrentes. Así se crea un sentimiento de memoria compartida, se reduce el tiempo de adaptación y cada asistente "aprende" tu estilo, lógica y preferencias. Menos informes y más resultados.












